Esta etapa es la más bonita en cuanto a las ciudades y pueblos que visitamos en la zona de Castilla, enseguida llegamos a León capital, nos pareció precioso, nos
costó bastante salir, bastante caótico, continuamos surcando Castilla-León,
rutina castellana, creo recordar que anduvimos casi todo por carretera, nos
parecía que no íbamos a tener tiempo y al final nos sobró; almuerzo en Hospital
de Órbigo, con su puente precioso; Astorga y pueblos típicos leoneses; tomamos algo en el
famoso bar Cowboy, en El Ganso, cuando apareció Herbert, continuaríamos con él
hasta la misma Cruz. Ya empezaba a
notarse el puerto y a vislumbrarse a lo lejos el segundo mayor desnivel de
subida que hay que salvar durante el camino Francés. Llegamos a Rabanal del Camino, al “Albergue
El Pilar”, solicitamos una habitación doble y nos alojaron en una casa cercana
muy bonita, Herbert se quedó en el albergue, nos acomodamos, hicimos la colada,
descansamos un poco y nos reunimos con Herbert, él fue a misa y quedamos para
la hora de cenar, nosotros nos dimos una vuelta por el pueblo recuerdo que nos tomamos unas cervezas en la "Posada de Gaspar", nos sentiamos como en casa.
Herbert nos invitó a cenar, estuvimos charlando, como pudimos, con él, nos pareció una persona cordial, amable, amistosa y seria a la vez, nos contó cosas de Austria, y nosotros le contamos cosas de aquí, aun fuimos a nuestra casa, que tenía un salón muy grande, y estuvimos charlando hasta la hora de dormir. Conocimos a Alfonso, que compartía habitación en la misma casa, un señor de unos 60 años que viajaba solo, en bici, había hecho el camino bastantes veces, le preguntamos acerca de las subidas, la de mañana de la Cruz de Ferro y la del puerto de O Cebreiro, nos dijo que la subiéramos por la N-VI, que era menos duro; nos lo encontraríamos alguna otra vez. Quedamos a las 7 con Herbert.
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