|
Alto de Piedrafita |
Pagamos la novatada, por primerizos, por hacerle caso a
Alfonso, por tener prisa y por el respeto a tanta subida. Decidimos subir por la carretera nacional
vieja y deberíamos haber ido por La Faba, bueno, ya está hecho, nos perdimos el
atractivo del puerto de O Cebreiro por evitar la subida difícil, ¡volveremos!
No se hizo tan duro, quizá largo, y feo, carretera nacional de esas viejas de
los años 80, sin tráfico porque hay autovía paralela, pero bueno, ya lo sabemos
para el siguiente viaje. Llegamos a
Piedrafita, con un frío brutal como en Cabrejas (Soria), nos abrigamos bien,
continuamos, seguimos subiendo, y llegamos arriba, uno de los paisajes más
bonitos del camino, Galicia abajo, al fondo, y una nube en medio, inexplicable
y maravilloso. Ya habíamos quedado con
Herbert en que nos despediríamos allí, llegamos al alto de Poio, nos tomamos un
café y nos despedimos, ya no nos volvimos a ver, queda un muy
buen recuerdo,
seguimos en contacto vía email, de lo mejor que nos pasó en el camino. La bajada también la hicimos por carretera,
quizás fue un error bajar por ahí y deberíamos de haber bajado por el camino
original, pero la sensación del descenso, ese contraste de colores, mezcla de
verdes, la climatología yo hice la bajada mucho más lento que Félix y recuerdo
que fueron mis mejores sensaciones de todo el camino, iba como flotando no
quería que se acabará nunca, a pesar de que soy muy miedoso bajando. Almorzamos en Samos, elegimos
esa alternativa, el monasterio es muy bonito, desde el bar donde estábamos vimos
pasar a Herbert, salimos a saludarle pero creo que él ya no nos vió.
|
Monasterio de Samos |
Continuamos hasta Sarria, y aquí creo que nos equivocamos, porque se nos hizo larguísimo, un puerto con el que no contábamos, recuerdo que en un momento de esa subida nos paramos y había unas chicas que también estaban súper cansadas como nosotros, yo allí viví creo mi mayor momento de flaqueza, si Félix me hubiera dicho de parar me hubiera dado una alegría luego el me confesó que pensaba lo mismo y que no dijo tampoco nada. Llegamos a una bajada gigante hasta
Portomarín, donde tuvimos problemas para encontrar sitio para dormir, al final
encontramos la pensión Gonzar, un poco cutre, con baño compartido, pero bueno,
ningún problema, ya no había que hacer la colada, ya estábamos cerca, nos
encontramos a Alfonso, que aun continuaba algunos kilómetros, nos dijo que
había dormido arriba, en O Cebreiro, que lo recomendaba. Como íbamos
a casa de unos amigos a dormir en Santiago, decidimos hacerlo todo seguido,
aunque llegáramos tarde.
|
Pantano de Portomarín |
Hicimos
un poquito de turismo, nos
contaron que el pueblo originariamente se encontraba donde actualmente está el
pantano y que la Iglesia la trasladaron piedra a piedra del pueblo originario
al nuevo. Cenamos en la plaza del pueblo, nos tomamos unos orujos de hierbas,
entramos a ver la iglesia, y pronto a dormir. Teníamos la mosca
detrás de la oreja por que amenazaba lluvia para mañana, yo creo que nos
asomamos a mirar la calle 20 veces, y sí, llovió.
|
Igrexa de San Xoán de Portomarín
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario